Por: M. Celis
Se sacude un rato de toda la irreverencia y energía que desborda en el programa de televisión ‘Ponte Play’ y Christian ‘El Loco’ Wagner regresa unos instantes a sus cabales para presentarnos a su novia Caleri Bockos, a quien conoció en televisión, y a su hija Guinea, de cinco meses de nacida: ‘Somos el trío perfecto’, dice.
¿De dónde viene tu apodo ‘El loco’?
Es una chapa que me puso un amigo hace 7 años y ha superado mi nombre. Christian no me gusta porque no va con mi personalidad.
¿Cómo es esa personalidad?
Va más con loco que con Christian.
¿Mantienes ese mismo nivel de hiperactividad acá en tu casa?
Sí, en mi vida diaria.
Veo que funcionas mejor de a tres, lo digo por el trío que hiciste en la conducción del programa ‘Entre titulares’, ‘Ponte Play’ y ahora con tu pareja e hija.
Yo a Caleri la conocí porque era la locutora en off del programa ‘Entre titulares’, función que yo hacía antes de que me pusieran delante de la cámara.
¿Qué te gustó de ‘El loco’?
Caleri: Es una persona diferente.
Christian: Yo me enamoré apenas la vi, inmediatamente.
¿En qué año fue eso?
Caleri: En el 2007 y tuvimos dos etapas.
¿Cómo así?
Christian: Primero fuimos enamorados no tan firmes y luego, firmes.
Caleri: Estuvimos todo el 2008 a modo de prueba y de allí nos mudamos juntos.
¿Christian es, de verdad, un loco?
Caleri: En realidad es una persona comprometida con una relación, le dicen loco por irreverente, creativo, apasionado y vehemente.
Christian: Es que hay diferentes tipos de locos, yo soy un loco amable y buena gente.
¿Y esa es la cuota de locura que necesitabas, Caleri?
Sí porque nunca me han gustado los hombres cuadriculados ni muy tradicionales, creo que por eso enganchamos bien.
¿Qué es lo más serio que te ha dicho Christian?
Quiero tener una hija contigo. (Ríen)
Christian: Yo siempre quería tener una hija y nació Guinea. Le pusimos ese nombre porque me apasiona África y Guinea es un país de ese continente. Además, Geografía es una carrera que estudié y no terminé antes de Comunicaciones.
¿Qué tal la experiencia de ser papá a los 36 años?
Me hubiese gustado tener a Guinea más joven porque la espalda duele y sufres una serie de achaques que desconoces (ríe).
¿Eres de los papás que se imaginan a la hija en plena adolescencia?
Voy a ser un papá relajado, no quiero ser aprehensivo. Nosotros como padres le daremos más o menos pautas, pero no podemos estar correteándola.
En un arrebato de modestia una vez dijiste ‘mi voz y mi hija son lo más maravilloso que Dios me ha dado’…
Christian: (ríe) Ah sí, me encanta mi voz y, claro, mi hija.
¿La voz de Caleri te gusta?
Christian: Yo valoro otras cosas de ella más que su voz. Es la mujer que me acompaña y tolera que trabaje mucho porque ser loco no es sinónimo de irresponsabilidad. Yo tengo varias cosas claras aunque no parezca (ríe).
¿Cómo cambió tu vida, cuando años atrás, te fuiste a otro país?
Christian: Yo me fui a Estados Unidos a modo de catarsis, había tenido una mala experiencia laboral y sentimental. Justo un amigo trabajaba allá en el rubro de construcción y le dije ‘quiero ser obrero’. Estuve seis meses, lloraba y tiraba pala todo el día, encima pasó un huracán.
Ya puedes decir que sobreviviste a un huracán…
(Sonríe) Fue una experiencia impresionante, un viaje auspicioso que lo iba a repetir, pero se presentó la propuesta en televisión en ese lapso y el resto es historia conocida. Todo lo que he hecho ha sumado piezas para armar algo que siempre quise: tener a mi esposa y mi hija.
¿Tus proyecciones en familia?
De repente con un hijo más.
¿Cómo valoran el paso del tiempo en su matrimonio?
Christian: Es que nosotros no estamos casados, convivimos. Estamos viendo la manera de casarnos en una ceremonia distinta. No queremos algo con tanta peliculina o a todo trapo.
Caleri: Queremos tonear.
Christian: Con una canción de Leuzemia seguramente nos casamos.