Guillermo Rossini: "Siempre tuve tiempo para mis hijos"

Destacado actor cómico nos presentó a sus dos engreídos, Guillermo y Giancarlo, quienes calificaron la carrera de su padre como ejemplar.

Redaccion Trome

Por: M. Celis

Para conocer un poquito más a don Guillermo Rossini no fuimos al programa ‘Los Chistosos’, tampoco lo buscamos en ‘El especial del Humor’, nos dirigimos directamente a su hogar, donde lo encontramos al lado de sus dos hijos: Guillermo y Giancarlo.

Ellos conocen mejor que nadie los 53 años de vida artística del también llamado ‘Tío Rossini’ y en esta entrevista ambos nos cuentan algunas anécdotas que guardan con su reconocido padre.

¿A qué edad se dieron cuenta de que su papá era artista?

Guillermo: Desde muy chico. Me acuerdo mucho el día que estábamos en la casa de un tío tomando lonche y llamaron a mi papá de un canal. Lo acompañé y fue novedad enterarme que era artista.

Giancarlo: Yo tenía 3 o 4 años cuando lo vi haciendo el personaje de ‘Estrafalario’.

¿Cómo asumieron su trabajo?

Guillermo: Bien, pero hay una anécdota que no olvido. Tenía 15 años, era la época de Menudo y el Canal 5 paraba repleto. Yo entraba al canal y me creía bacancito por llamarme también Guillermo Rossini. Un día un camarógrafo le dijo a mi papá: ‘Tío, qué sobrado tu hijo, no saluda’. Mi papá volteó y me metió un cachetadón. ‘Yo saludo desde el guachimán hasta el dueño del canal’, me reprendió. Recién aterricé.

¿Se acuerda de esa anécdota, don Guillermo?

No fue un cachetadón, fue una cosa suave nomás(ríen). Es que la humildad siempre debe existir en una persona. Yo nunca he sido de los artistas que se ponen lentes oscuros y llegan al canal corriendo, por eso la gente me abraza y quiere.

Aparte de la humildad, ¿qué otros valores inculcó a Guillermo y Giancarlo?

Don Guillermo: La honestidad, felizmente no son políticos (sonríe).

¿Cuál de sus imitaciones le gustó más a su familia?

Don Guillermo: Los de políticos, porque en la calle me decían ‘Doctor Barrantes’, ‘Frejolito’ o ‘Grados Bertorini’.

¿Cómo mantienen ustedes la unión familiar?

Guillermo: Aunque no vivimos juntos, siempre estamos unidos. Almorzamos los sábados y los domingos y los días de semana hablamos al menos 5 minutos por teléfono.

Giancarlo: Cuando no hablamos una tarde por teléfono, al día siguiente nos preguntamos ‘oye, qué es de tuvida’ como si hubiese pasado dos semanas.

¿Cómo recuerdan a don Guillermo en plena adolescencia?

Guillermo: Muy trabajador. Era regidor de Jesús María, trabajaba en la radio, en la televisión y encima tenía a cargo un laboratorio farmacéutico.

¿Tanto trabajo no le restó tiempo para la familia, don Guillermo?

Siempre había tiempo para ellos. Incluso también daba terapia de la risa a los enfermos del hospital ‘Rebagliati’ con el ‘Loco’ Ureta. Es que está demostrado que la risa cura enfermedades.

¿A usted le ha dado mucha salud?

Don Guillermo: A mí sí, ah. Claro con tres by-pass en el corazón siempre me chequeo y controlo.

¿El humor estuvo presente en casa?

Guillermo: Mi papá era serio, pero tampoco era de molestarse fácilmente. A veces nos veía hacer una travesura, nos miraba molesto y después regresaba a reírse con nosotros (ríen). Estamos orgullosos de él.

¿Cómo evalúan la carrera de su papá?

Guillermo: Como una carrera ejemplar, inspiradora, por eso lo llaman el ‘padre de los imitadores’. Tampoco ha estado envuelto en escándalos.

Don Guillermo: Si no me han visto en un ampay es porque no me han pescado (ríen).

Don Guillermo, ¿tiene algún pasatiempo favorito?

Giancarlo: Ahora tiene Facebook. Le hemos creado una cuenta y lo revisa desde su tablet.

Don Guillermo: A mi edad pensé que no iba a aprender a usar la tecnología, me rehusaba y mira, ya estoy en las redes sociales.

También lo molestan mucho con la ‘maquinita’, ¿no?

Don Guillermo: Eso lo han inventado como si todos los días parara en el casino y no, voy solamente todos los viernes y sábados ja, ja, ja. Hoy, por ejemplo (esta entrevista se realizó el viernes), no he ido porque mi señora está en cama.

¿Siempre van juntos?

Sí, porque me da suerte ja, ja, ja.

¿Cómo conoció a doña Eloísa?

Don Guillermo: En una reunión familiar, me alcanzó un pedazo de torta y me endulzó, allí comenzó la función (ríen).