Cualquier parte de nuestro cuerpo será afectada por el frío, pero especialmente nuestras manos ya que las usamos todo el tiempo.
“El frío hace que la circulación de la sangre sea más lenta, por tanto, hay menos oxigenación de la piel. Esto provoca que las manos tiendan a resecarse”, explica Selma Aguilera, couch de Belleza Integral de L’Bel.
Tratamientos: Para hidratar las manos, puedes usar una crema de marca, pero si crees en el poder de lo natural, aquí tienes alternativas de tratamientos caseros:
Crema 1: Mezcla dos cucharaditas de mayonesa y una de aceite de bebé. Unta tus manos con esta preparación y déjala actuar 20 minutos. Enjuaga con agua tibia.
Crema 2: Bate una yema de huevo, dos cucharadas de miel y una de almendras en polvo. Masajea tus manos con esta crema dos minutos y luego enjuaga.
Crema 3: Cocina una papa, déjala enfriar y aplástala. Agrega dos cucharadas de leche fría y dos de miel de abeja. Integra bien los ingredientes y aplícalo sobre tus manos. Espera 15 minutos y enjuaga.
Unos consejos: No abuses del gel para manos, opta por los pañitos para bebés. Ten una crema de manos en la cartera para que la uses en cualquier momento. Mantén una alimentación equilibrada y consume 8 vasos de agua al día. En lo posible, lava la ropa o platos con guantes. Antes de hidratar tus manos, exfólialas (al menos una vez a la semana), para eliminar las células muertas.