Por: Mariela Luján
La ausencia del padre siempre afecta a un niño y más aún cuando está en edad escolar, porque empiezan a surgir las comparaciones y las preguntas con el fin de averiguar dónde está su progenitor. Si de pronto usted se encuentra ante esta interrogante, sea prudente a la hora de contestar. María Menacho, psicóloga de Sisol Surquillo, aconseja no mentir. “Si el papá falleció, lo peor que le pueden decir a un niño es que se fue de viaje. Del mismo modo, si nunca quiso hacerse cargo de él, no debe decirle que falleció. Mentir solo trae confusión y dolor, porque con el tiempo el niño descubrirá la verdad y se sentirá engañado por su propia madre”, advierte la psicóloga.
¿CÓMO HABLAR?
Cuando un menor está en etapa de formación necesita saber que es aceptado, querido y sobre todo esperado (al nacer). Por ello, es importante no entrar en detalles si usted peleó con su expareja.
Si hubo abandono lo adecuado es decirle que papá se fue porque tuvo problemas con mamá y que no hay forma de comunicarse con él, pero que este lo quiere mucho.
Si el padre murió y el niño tiene más de seis años, se le debe explicar sobre la muerte. Decirle que es un proceso natural, que a papá le pasó, pero ahora vive con Dios y siempre está con el pequeño, aunque no lo vea.
LO QUE NO DEBE HACER
Nunca debe darse una imagen negativa del padre. Hacer partícipe a un niño de los problemas de pareja (aunque pertenezcan al pasado) causa en él carencia de afecto, sensación de abandono, inseguridad y baja autoestima.
NUEVA FIGURA PATERNA
Ante la ausencia del papá, es normal que el niño busque inconscientemente una figura paterna. Este puede ser el abuelo, el tío… quien esté más cerca de casa.
Lo común es que el pequeño imite al adulto y adopte comportamientos siguiendo su modelo. Si nota que algún familiar es la imagen masculina de su hijo, no se lo quite, preocúpese más bien por conversar con esa persona para que sea consciente de la gran responsabilidad que significa ser ejemplo de un niño. b