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Erick Elera

Erick Elera sigue apostando por el amor y, luego de reconocer que su infidelidad acabó con su matrimonio, ha corregido errores para permitirle a su corazón palpitar por una nueva ilusión que lleva el nombre de Stephanie Galecio. Tampoco descarta volverse a casar, pero mientras tanto, la convivencia va fortaleciendo la relación que ya lleva cinco meses. Dice que ahora su pareja puede revisar su celular y no va a encontrar mensajes comprometedores de alguna ‘flaca’.

Dicen que tras la tormenta llega la calma, ¿es así como te sientes ahora?
Sí. Hoy en día me siento muy bien, duermo con la conciencia tranquila. Tomo la vida con más calma, vivo el día a día y ya no me complico tanto por las cosas mínimas…

Tu matrimonio con Analía Rodríguez terminó mal, ¿ahora cómo está la relación con ella?
El tiempo siempre es un aliado y ahora las cosas están muy tranquilas. Creo que ambos hemos entendido por qué se dieron las cosas, no supimos manejarlas, pero por el bien de nuestra bebé todo va bien. Además, vamos a ser familia siempre y me gustaría, en un futuro, celebrar el cumpleaños de mi hija y que podamos estar todos, cada quien con su pareja.

¿Y ser amigos?
Llevarse bien es importante. No funcionamos como pareja, pero intentar ser amigos sería bueno.

Entonces, ¿no tienes rencor ni broncas hacia ella?
Para nada.

Al público le quedó la idea que fuiste el culpable al romperse tu matrimonio, ¿es así?
No. Se dieron muchas diferencias y por cosas muy tontas, y terminas diciendo: esto no funciona. Mi relación fue decayendo, iba mal. A veces, uno no es valiente y no termina la relación, luego se cometen excesos, y esperamos el peor momento para decir se acabó. Luego tuve un momento vulnerable, me agarraron y, finalmente, dijimos no va más. Al final estábamos separados, pero vivíamos en la misma casa.

¿Ser infiel te costó el matrimonio?
Sí, pero no como salió en televisión. Caí en ese juego de estar mandando mensajes, pero no de la forma cómo se dijo. En ese momento estaba separándome y disparaba por aquí y por allá, y hablaba con cariño, les decía: ‘mi amor’ y esas cosas. Caí en ese juego, pero se dijeron más cosas de las que sucedieron.

¿Con la ‘castigadora’ no pecaste?
Pequé con una persona ‘equis’, muchos meses después de eso… fue ahí cuando me fui de la casa y, finalmente, nos separamos.

Imagino que después de eso, ya estás curado de los ‘mensajes’…
Me cuido con quien hablo, pero ojo, hay que hacer cosas que no parezcan malas. Ahora todo es más tranquilo, y mi novia (Stephanie Galecio) hasta contesta mi teléfono, cosa que antes era un problema porque el teléfono en vez de ayudarte como herramienta para crecer, lo usamos mal, y eso del WhatsApp trae muchos problemas. Hoy en día me escribe gente que no conozco, ‘flacas medias calatas’ y me pongo serio al contestar; y si es por chamba, al toque con mi mánager… ya da miedo y es mejor evitar.

Stephanie, tu novia, conoce todo lo que has vivido. ¿Cómo lo ha tomado?
Ella sabe todo lo que he pasado, me entiende y eso es bacán. No le oculto nada, no quiero vivir con eso jamás… para mí es una felicidad total que haya aparecido en mi vida.

¿Y qué ha dicho al saber que te llaman ‘picaflor’, ‘tramposo’ o ‘casanova’?
Eso dice la gente que no me conoce, porque yo no tengo amigos en el medio. Mis amigos son de mi barrio… y, claro, es muy fácil calificar a la gente diciendo es un ‘picaflor’, pero no es así. No me han visto chapando con una y otra.

Algo así como tu amigo Christian Domínguez…
Mi compadre siempre tiene una suerte. Lo admiro un montón, lo han querido tumbar, pero él nació parado… ja, ja, ja. Es buen hijo y padre.

¿Es Stephanie la mujer que esperabas?
Vamos a cumplir cinco meses y las cosas se han dado rápido porque nos conocemos de antes, y al volvernos a encontrar todo ha fluido. Hay mucha confianza, y parece que nunca nos hubiéramos separado el uno del otro.

¿Estás enamorado?
Es una buena mujer, llena de virtudes, que ha mostrado mucha evolución desde que nos dejamos de ver. Con Stephanie quiero poner en práctica todo lo que debí hacer en mi matrimonio, ella me anima mucho.

¿Lo del matrimonio es serio?
Es una decisión complicada, pero no le cierro las puertas a un nuevo matrimonio. Si se da, pues sería bonito. Ella ya conoce a mi hija y se llevan bien, aunque mi hija es pequeña y celosa.

¿Y es celosa?
Sí, pero va entendiendo. A veces cuando salimos, y la gente me pide una foto, pone cara de incomodidad porque siente que invaden nuestro espacio.

¿Y tú lo eres?
Sí, soy celoso, pero aprendí a no hacerme problemas por eso, y que no se gana nada acaparando a las personas. No le pregunto ¿adónde vas?, ¿qué haces? Pero sí le advierto que tenga cuidado y pienso que si alguien te va a fallar, puede ser aquí o en la China.

Un error y chau…
Si cometo uno, me dicen chau… y de igual manera, con ella. Estoy convencido que si una persona te falla, es porque esa persona no te llena, no te hace feliz. Por ahora, la convivencia marcha bien, disfrutamos estar juntos y si peleamos por algo, tratamos de solucionarlo al momento. Yo me tomo un respiro, me quedo mudo para no decir cosas de las que me pueda arrepentir. Me siento feliz, es un complemento especial e importante en mi vida.

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