Juan Diego Flórez habló con Trome

Juan Diego Flórez, un hombre que vive lleno de admiración y ocupaciones, tuvo una adolescencia llena de palomilladas, pelotas de fútbol y expulsiones en el colegio. Un pasado común y corriente de un personaje singular.

Juan Diego Flórez se confesó fan de la selección peruana de fútbol. Foto: Andrés Valle y Allen Quintana

Juan Diego Flórez se confesó fan de la selección peruana de fútbol. Foto: Andrés Valle y Allen Quintana

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Juan Diego Flórez

Por: Fernando ‘Vocha’ Dávila

Desde el fondo de mi espíritu de periodista, debo confesar que es un lujo entrevistar a un exitoso. Reconocido mundialmente, admirado en el planeta, nos dio placer de tenerlo al frente y poder ingresar a esa intimidad que no suele contar, pero que se animó en una conversación distendida y sin esa voz grave que provoca aplausos en todos los idiomas.

Juan Diego Flórez es divertido, de sonrisa fácil, pero vive corriendo, saliendo de un aeropuerto a un ensayo, subiendo a un avión o dando una conferencia de prensa. Entonces, no perdamos más el tiempo, siéntese a mi costado y a escuchar con atención. Ah, también tiene permiso para preguntar.

Juan Diego, perdóname, pero a los tenores los relacionamos con la alta sociedad.

Vengo de una clase media baja, a veces no hemos tenido para el desayuno en casa.

¿También tienes barrio?

De chico he estado en muchas jaranas criollas, en callejones de un solo caño, como se dice. Después he caminado por toda la avenida Arequipa, jugando pelota.

O sea, encima ‘pichanguero’.

Hasta ahora, cuando vengo al Perú, me meto mis pichanguitas. No juego fútbol, solo fulbito o llego hasta 8 contra 8, no más.

¿La conoces?

Soy delantero, un ‘9’ que, humildemente, se define como goleador, ja, ja.

¿Un Gabriel Batistuta?

Soy más un ‘buitre’ en el área.

Explícamelo.

Soy alguien que saca provecho de las ‘desgracias’. Mi estilo es del italiano ‘Pippo’ Inzaghi.

Eso quiere decir que si te dedicabas al fútbol, hubieras sido una figura.

Por Dios, qué jugador se perdió el balompié ja, ja.

Y si amas tanto la pelota, ¿reniegas con la selección?

Me provoca pena. No entiendo cómo podemos tener jugadores de gran nivel en sus clubes y con la bicolor no rinden igual.

¿Te da bronca?

Me genera interrogantes que no encuentro respuestas.

Una antes de pasar a otro tema. Son tiempos de Lionel Messi, antes fueron de Diego Maradona. ¿Con cuál te quedas?

Primero te aclaro que considero a ambos geniales, pero Diego se cargaba al equipo y lo podía llevar al título y hasta ganó un mundial. ‘Lio’ también es fuera de serie, pero necesita de piezas fuertes, elementos que lo apoyen para alcanzar los campeonatos.

Si has recorrido canchas, debes haber sido palomilla.

Sí, desde chico he andado en la calle. He sido un ‘mataperro’ y jugaba en el Deportivo Municipal de San Isidro.

El que juega bien, casi nunca es buen estudiante.

He sido bueno en los estudios, pero malo en conducta, demasiado malo. He sido expulsado por dos semanas, he llevado un montón de dolores de cabeza a mi casa.

¿Manchero?

No.

¿Recursero?

Me ganaba mi plata grabando jingles comerciales, así generé mis primeros ingresos.

¿Un recuerdo?

Acampaba en ‘Asia’ cuando no había una sola casa. Ahora lamento cómo la han destruido con la construcción. En cualquier parte del mundo sería un área protegida por estar frente al mar.

Dicen que los vagos y los que saben cantar son románticos.

Creo que sí lo soy, pero si le preguntas a mi esposa, te dirá que no. Pero ya sabes, las mujeres nunca están conformes.

¿Un placer?

Tocar mi guitarra, cantar para mis hijos y que ellos me canten. Eso no tiene precio.

¿Una preocupación?

Ver un niño pobre, me estremece el alma.

El país te quiere y estás metido en el corazón de la gente.

El Perú es uno de mis principales afectos, el lugar que siempre amo regresar.

¿Te sientes un patrimonio nacional?

No, eso es demasiado, pero reconozco que la gente me quiere mucho y donde voy hablo de mi patria.

¿Llevas algo ‘rojiblanco’ en tus presentaciones?

No es necesario. Donde me toca estar, siempre hay un peruano y cuando termino mi trabajo muestran la camiseta nacional o me la entregan. Me pasa siempre.

Y hablando de la música del pueblo, ¿escuchas cumbia peruana?

Escucho de todo, desde Chacalón hasta la música negra, pasando por los boleros.

A propósito, ¿bailas música negra?

No. Yo toco guitarra y no me pidas más, ja, ja.

¿Salsa?

Poquito, pero pon que mi esposa sí lo hace y muy bien.

También eres rockero, tocabas en los pubs música de Led Zeppelin.

Sí y también de Los Rolling Stones. Después, pasó el tiempo y conocí a Mick Jagger y canté con Sting (cantante de The Police) en Filadelfia. Todas esas cosas me parecen maravillosas.

¿Y con el huainito?

Me parece extraordinario. En ‘Sinfonía por el Perú’, la organización que hemos creado para darle cultura musical a los niños de todas partes del país, escuchamos cómo desarrollan sus propias canciones.

Te preguntaba si le entras al huaino.

Ah, no es mi fuerte, pero si hay que zapatear, nos metemos con todo.

César Vallejo aseguraba que ‘todo acto y voz genial viene del pueblo y va hacia él’.

El artista debe estar comprometido con su gente, su pueblo. Y diré algo más, toda música viene del pueblo, incluida la clásica.

Todos comentan: ‘Qué linda vida la tuya, viajando y viajando’.

Soporto todo esto, pero no es bello subir a un avión, bajarse a otro y en medio, comer porquerías.

¿Qué haces, entonces?

Nada. Solo saco a relucir mi paciencia, mi tolerancia. Me pierdo hasta los partidos de la ‘Champions’ que tanto me gustan ver.

Imagino que harás ejercicios de yoga para relajarte.

Sí, hago ommmmm (abre los brazos como un ejercicio de yoga) ja, ja.

Dejemos el tuteo y te agradezco como se debe: ‘Gracias maestro, por dejar en alto el nombre del país’.

El agradecido soy yo por tanto afecto que me dan cada vez que vuelvo a mi patria.

El hombre que casi siempre usa frac o ropa formal tenía sus gustos populares, pasiones inesperadas. Como diría el filósofo Aristóteles: ‘No hay genio sin un gramo de locura’.