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Sara Manrique

Sarita Manrique (37), con la voz entrecortada y los ojos llorosos, afirmó que se siente ‘muy feliz’ luego de contraer matrimonio civil, en una ceremonia privada, con el ingeniero José Augusto Yovera Encinas (36).

Ayer, al promediar las 5:30 de la tarde, Sara Manrique y José Yovera Encinas unieron sus vidas como esposos ante la autoridad del distrito de San Miguel. Ella lució un vestido blanco, con una pequeña cola, y estuvo junto a su hija Aiko (que tuvo con Tenchy Ugaz), quien llevó los anillos que sellaron su unión.

“Después del nacimiento de mi hija, este es el día más importante de mi vida. He encontrado el amor verdadero, un hombre que me ama, a quien adoro… una relación de respeto y admiración mutua”, señaló Sara Manrique, mirando enamorada a su esposo.

En la boda estuvieron los padres de Sara Manrique, sus familiares más cercanos e íntimas amigas, como Mónica Cabrejos, Luz López y Kely Culquimboz.
La parejita hace menos de un año que empezó su relación que ayer selló con el ‘sí, acepto’.

“El tiempo no mide el amor. Somos maduros, hemos vivido el desamor y estamos felices de habernos encontrado. La vida siempre nos tiene preparado cosas buenas, hay que tener paciencia”, señaló Sara Manrique.

Aunque la ceremonia fue breve, no dejó de ser emotiva, pues los novios tenían una alfombra hecha por la propia Sara, donde estaban impresas las fotos de ambos junto a frases que suelen decirse cariñosamente. Además, siempre con el fondo musical de su canción ‘Buscándote’ de Mike Bahía.

Por el momento, han descartado tener ‘luna de miel’ “porque estoy a full con las grabaciones con Carlos Álvarez. Una felicidad después de otra…”, comenta.

¿Y han pensado en hijos?

Huummm… el próximo año puede ser.

ESTUVO CASADA CON TENCHY

Como se recuerda, Sara Manrique estuvo casada con el futbolista Tenchy Ugaz durante cinco años. La pareja, incluso, superó un ‘ampay’ protagonizado por el futbolista y siguieron con su relación, sin embargo, la distancia, porque él jugaba en el interior del país, terminó enfriando la relación. Tuvieron una separación accidentada, ya que ella exigía que cumpla con la manutención de su hija, luego hubo una conciliación y hoy mantienen una relación cordial.