El concurso “Dulce Perú” busca rescatar y premiar las mejores recetas tradicionales.
Por: C. Flores
Desde la infancia, los postres son sinónimos de dulzura y deleite. Y en la variada cocina peruana, no pueden faltar las recetas de dulces tradicionales tan distintos como exquisitos de cada rincón del país.
Por ello, con el fin de rescatar aquellos dulces de antaño que deleitaron a generaciones de peruanos, aquellos que con amor preparaban las abuelitas, es que nace “Dulce Perú”, una especie de tour-concurso gastronómico que recorre distintas provincias del país buscando aquellas recetas de postres, algunas perdidas en el tiempo, que no han tenido la difusión debida.
Elizabeth Du-Bois, creadora de “Dulce Perú”, comenta que ya han recorrido diversas provincias y premiado los mejores postres de Trujillo, Piura, Cusco, Arequipa y otras ciudades, donde participan familias enteras, alumnos de escuelas gastronómicas y reconocidos chefs. “La idea es rescatar estos postres tradicionales, que son preparados con ingredientes típicos de cada región del país”, expresó.
MANJARES
En “Dulce Piura”, el postre ganador fue el “beso de limón”, hecho a base leche, algarrobina y limón. Fue preparado por Fiorella Neyra y Elvira López, del Instituto Gourmet Du Nord.
En Arequipa, los participantes se deleitaron con exquisitos postres como el “queso helado”, “sanguito”, “chocolate blanco”, “delicia de sancayo” y el “sango de trigo”, entre otros. Pero el título del Mejor Postre Tradicional lo obtuvo el “camotillo de Majes”, del señor Juan Carlos Berberena.
Asimismo, se premió al Postre Innovador, siendo ganadores los alumnos del Instituto Stendhal con el postre “dulce arco iris”, hecho con betarraga, huevo, rocoto, ají amarillo, kiwi, hojas de menta y chocolate.
“KING KONG”
Como no podía ser de otra manera, en Chiclayo ganó el delicioso King Kong, elaborado por Natalio Cruz.
En “Dulce Chiclayo” también se premió al Mejor Dulce Innovación, siendo ganador el postre “matices peruanos”, de Paola Aréstegui.
En el Cusco, el Mejor Postre Tradicional fue el delicioso “api frutado”, antecesor de la “mazamorra morada” que, en la época de los Incas, era consumido con ají para generar sed y luego beber chicha de jora. Este dulce estuvo a cargo del chef del hotel Casa Andina, Pedro Alegría.
En Trujillo, ganó la “mazamorra de chochos”. El premio al Postre Innovación fue para la “delicia de trigo”, preparado por doña Gertrudis Altamirano. En la categoría a Mejor Escuela Gastronómica, la institución Blue Ribbon ganó con el “turrón de algarrobo” y “miel de maní y aguaymanto”.