El intérprete del tema de moda afirma que es muy feliz con su esposa Valia y sus 4 hijos.
Por: Wilber Mori
Para William Luna su familia lo es todo. Su esposa Valia Mujica y sus 4 hijos son su universo por el que daría la vida. Está feliz porque nunca renunció a sus sueños, su mujer lo apoya en todos sus proyectos y sus hijos mayores, por el momento, le siguen los pasos en la música.
El intérprete de “Mi linda wawita”, tema que, como él mismo dice, lo ha reinventado, nos abre las puertas de su casa, en Surco, y nos cuenta de cómo conoció a su esposa y cómo se lleva con sus “wawitos”, Sebastián (21), Valentín (13), Galileo (05) y la pequeña María Nazarena (2).
¿Ustedes cómo se conocieron?
William: Ambos somos del Cusco y de lugares muy cercanos, ella es del poblado de Maras, y yo de Urubamba. Pero la conocí a los 26 años, en un lugar especial y en un momento especial, ¿te acuerdas?
Valia: Claro, nos conocimos en una farmacia, donde yo trabajaba.
¿Y el flechazo fue inmediato?
William: Sí, al menos de mi parte sí, fue inmediato.
Valia: De mí parte también (ríe).
William: Creo que la química funciona cuando dos seres se atraen, yo no creo en esas cosas como: “la voy a conquistar cómo sea”, porque cuando hay empatía, existe una química inmediata.
¿A dónde te llevó en la primera cita?
Valia: Me invitó a cenar en un restaurante que es muy conocido allá, en Cusco, muy bonito.
William: Una cena donde me la pasé preocupadísimo, porque no sabía si podía pagarla, en ese tiempo no había mucho dinero (ríe). Los hombres siempre queremos impresionar, pero luego ella se adaptó a mis circunstancias (económicas). Salíamos a tomar un café, nos reuníamos, y pasábamos momentos bonitos que hasta ahora seguimos pasando. Ya llevamos 17 años juntos.
¿Son hinchas del Cienciano?
Valia: Y del Garcilaso también.
William: A Valia no le gustaba mucho el fútbol, pero ahora es una experta. Recuerdo que en nuestros tiempos, en el Cusco, la llevé al estadio, y ella al final me preguntó: ahora dime ¿cuál de los dos equipos es Cienciano? (ríe).
¿Y sus hijos cambiaron juguetes por guitarras?
Valia: Sí, todos, no puedo contradecirlos. Ellos tienen libertad, pero también deben cumplir con sus obligaciones. Sebastián todo el día está tocando la guitarra o el piano, a Valentín le llama la atención la guitarra, Galileo tiene una batería pequeña y la bebé canta lindo “Mi linda wawita”.
William: Los hijos tienen que hacer lo que más les guste, no los obligo a nada, solo los dejo ser. No soy un padre-amigo, sino un padre, porque amigos tienen. Cuando es no, es no.
¿Hinchas el pecho cuando tocan?
William: Cómo no, me siento orgullosísimo de mis hijos, porque me hacen quedar muy bien, me lo dicen mis amigos y personas que conocen de música. Ellos tienen un talento enorme y por eso los dos mayores ya tocan conmigo.